Callos y Durezas

Para utilizar un eliminador de durezas correctamente, primero lava y seca bien la zona a tratar. Si es un quitadurezas eléctrico, pásalo suavemente sobre la piel endurecida sin presionar demasiado, evitando áreas de piel fina o irritada. Si es una crema, aplícala sobre la dureza siguiendo las instrucciones del envase. En ambos casos, termina hidratando la piel para mantenerla suave y protegida.

La principal diferencia está en la forma de actuar. Una crema para callos suele contener ingredientes químicos, como ácido salicílico o urea, que disuelven y suavizan la piel endurecida con el tiempo. Un quitadurezas eléctrico, en cambio, elimina físicamente las durezas al instante mediante una acción de limado. Las cremas son ideales para un tratamiento progresivo, mientras que los dispositivos eléctricos son útiles para resultados rápidos.

Sí, los parches para callos son efectivos, especialmente para tratar áreas localizadas. Suelen contener ingredientes activos como el ácido salicílico, que ayuda a reblandecer y exfoliar el callo con el uso continuo. Además, protegen la piel de la fricción y alivian el dolor mientras el tratamiento hace efecto.

En pieles sensibles o personas diabéticas, es fundamental tener precaución. Algunos productos, como los que contienen ácido salicílico, pueden irritar la piel o causar problemas si no se usan correctamente. Es recomendable consultar con un podólogo o médico antes de utilizar cualquier tratamiento para callos en estos casos y optar por soluciones suaves diseñadas específicamente para pieles delicadas.

El tiempo necesario para eliminar un callo depende de su tamaño, profundidad y del tratamiento utilizado. Con productos como parches o cremas específicas, puede tardar entre 1 y 2 semanas en reblandecerse y desaparecer. Si usas un quitadurezas eléctrico, el alivio puede ser inmediato, pero es importante complementar con hidratación para evitar que reaparezca.

Los podólogos suelen recomendar cremas con alta concentración de urea para suavizar durezas persistentes, así como parches con ácido salicílico para callos localizados. También sugieren el uso de quitadurezas eléctricos o limas específicas para el mantenimiento regular. En casos más graves, pueden aconsejar tratamientos personalizados o realizar un desbridamiento profesional.