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leptospirosis en humanos

¿Qué es la leptospirosis y cómo se contagia en humanos?

Índice de contenido

La leptospirosis es una enfermedad infecciosa de origen bacteriano, que puede afectar tanto a animales como a humanos, especialmente en climas cálidos y húmedos o durante temporadas de lluvias fuertes. Esta enfermedad es provocada por la bacteria Leptospira, un microorganismo que se encuentra principalmente en agua y suelos contaminados con orina de animales infectados.

En España, las recientes inundaciones en Valencia han generado casos sospechosos tras el contacto con aguas contaminadas. En este artículo, te contamos en qué consiste la leptospirosis, cómo se contagia, cuáles son sus síntomas y qué medidas puedes tomar para prevenir esta infección.

¿Qué tipo de enfermedad es la leptospirosis?

La leptospirosis es una enfermedad zoonótica, es decir, se transmite de animales a humanos. La bacteria Leptospira suele infectar a animales como perros, ratas, ganado y otros mamíferos, quienes, a través de su orina, contaminan el agua y el suelo. Las personas pueden contraer la enfermedad al entrar en contacto con estas superficies contaminadas, especialmente en zonas de aguas estancadas, ríos o charcas. La bacteria ingresa al cuerpo humano por heridas en la piel o al contacto con las mucosas.

Además, la leptospirosis es común en lugares donde se producen fuertes lluvias o inundaciones, ya que estas situaciones aumentan el riesgo de que las aguas contaminadas se dispersen. En áreas afectadas por fenómenos como las DANAs (depresiones aisladas en niveles altos), el contacto con aguas residuales contaminadas puede ser una vía de exposición.

aguas estancadas Catarroja Valencia
Limpiando el lodo tras la Dana en Catarroja. Imagen de Matías Chiofalo.

Síntomas de la leptospirosis en humanos

La leptospirosis en humanos puede presentar una variedad de síntomas, y en algunos casos, es posible que sea asintomática. Los síntomas iniciales suelen confundirse con los de otras enfermedades como la gripe, lo que complica su diagnóstico temprano. Algunos de los síntomas más comunes son fiebre alta, dolores musculares intensos, dolor de cabeza y escalofríos.

En algunos casos más graves, la leptospirosis puede evolucionar a lo que se conoce como el “síndrome de Weil”, que incluye síntomas más graves como ictericia (coloración amarilla de la piel), insuficiencia renal y sangrados. Es fundamental reconocer estos síntomas a tiempo para evitar complicaciones y lograr un tratamiento eficaz.

SíntomaLeptospirosisGripe
FiebreFiebre alta y repentinaFiebre moderada a alta
Dolor de cabezaIntenso, especialmente en la zona de la frenteComún, generalmente menos intenso
Dolor muscularDolor muscular severo, especialmente en pantorrillasDolor muscular general, menos localizado
EscalofríosFrecuentesComunes
FatigaPuede ser intensa y durar semanasComún, pero generalmente menos prolongada
Náuseas y vómitosFrecuentes, en etapas tempranasRaros
Ictericia (piel amarilla)Común en casos graves (síndrome de Weil)Ausente
Congestión nasalRara vez presenteComún
Dolor de gargantaRaroComún
Dificultad para respirarPuede ocurrir en casos gravesRaro, generalmente leve si ocurre
Dolor abdominalPuede presentarseRaro
Duración de los síntomasDe 1 a 3 semanas, o más si hay complicacionesGeneralmente de 1 semana

Tratamiento de la leptospirosis

El tratamiento de la leptospirosis debe iniciarse lo antes posible para prevenir que la infección avance. Generalmente, se basa en el uso de antibióticos como la penicilina o la doxiciclina, que son eficaces contra la bacteria Leptospira. En casos leves, los pacientes suelen responder bien al tratamiento antibiótico en casa, siempre bajo supervisión médica.

tratamiento leptospirosis
Enfermo de leptospirosis

En los casos graves o en aquellos que desarrollan el síndrome de Weil, es posible que el paciente necesite hospitalización para recibir tratamiento intravenoso, control de la función renal y manejo de las complicaciones sistémicas. La detección temprana es clave para reducir el riesgo de complicaciones graves.

Conclusiones

La leptospirosis es una enfermedad zoonótica que representa un riesgo de salud pública, especialmente en áreas húmedas o tras fenómenos meteorológicos extremos. Si bien en muchos casos la infección es leve, los síntomas pueden confundirse con otras enfermedades, lo que dificulta su diagnóstico temprano.

La prevención y el diagnóstico precoz son claves para controlar la leptospirosis y evitar sus complicaciones más graves. Con la información y cuidados adecuados, es posible minimizar el riesgo de infección y controlar su impacto en la salud pública.

Si tienes más dudas sobre este tipo de enfermedad, escribe en comentarios o visita el siguiente artículo sobre la enfermedad de Weil.

Preguntas frecuentes sobre la leptospirosis

¿Cómo se contagia la leptospirosis en humanos?

La leptospirosis se contagia cuando una persona entra en contacto con agua o tierra contaminada por la orina de animales infectados. Esto suele suceder en áreas rurales o durante actividades al aire libre, donde el contacto con aguas estancadas o suelos húmedos es común.

La gravedad de la leptospirosis varía según cada caso. En la mayoría de las personas, la infección puede resolverse con el tratamiento adecuado y solo ocasiona síntomas leves o moderados. Sin embargo, en casos severos, puede conducir a complicaciones graves como el síndrome de Weil, que requiere atención médica urgente. En ausencia de tratamiento, la leptospirosis grave puede ser mortal.

El síndrome de Weil es la forma grave de la leptospirosis. Se presenta cuando la infección afecta múltiples órganos, especialmente el hígado y los riñones. Los síntomas incluyen ictericia, sangrado y daño renal, y pueden poner en riesgo la vida del paciente si no se trata adecuadamente y de forma temprana.

Para prevenir el contagio de la leptospirosis es fundamental evitar el contacto con agua o suelos potencialmente contaminados, especialmente en zonas propensas a la presencia de animales como ratas o ganado.

Si trabajas en actividades agrícolas o de riesgo, utilizar equipos de protección como guantes y botas impermeables puede ayudar a minimizar el contacto. También se recomienda evitar bañarse en ríos, lagunas o zonas con aguas estancadas, especialmente después de lluvias fuertes o inundaciones.

Los voluntarios deben usar equipo de protección, como guantes, mascarillas y botas impermeables, además de cubrir cualquier herida con vendajes.

También es importante evitar tocarse la cara, lavarse las manos con frecuencia y desinfectar la ropa y equipo al finalizar la jornada para reducir el riesgo de infección.

Anabel Bolado es farmacéutica y doctora en parasitología. Descubre sus artículos sobre temas de salud, inmunología y microbiota intestinal.

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