El pie de atleta es una de esas afecciones que pueden resultar muy molestas y que, si no se tratan adecuadamente, pueden complicarse. Este problema cutáneo, causado por hongos, afecta a millones de personas en todo el mundo. Afortunadamente, existen múltiples formas de prevenirlo y combatirlo eficazmente. En este artículo, te contaremos todo lo que necesitas saber para mantener tus pies libres de esta incomodidad. ¡Allá vamos!
¿Qué es el pie de atleta?
El pie de atleta, conocido médicamente como tinea pedis, es una infección fúngica que afecta principalmente a la piel de los pies, habitualmente entre los dedos. Los hongos responsables de esta infección prosperan en ambientes cálidos y húmedos, como los zapatos cerrados o las duchas públicas. Además, es muy común entre los deportistas (de ahí su nombre), aunque puede afectar a cualquier persona.
Los síntomas del pie de atleta incluyen enrojecimiento, picazón intensa, mal olor, grietas, descamación y, a veces, ampollas. Si no se trata adecuadamente, puede propagarse a otras partes del cuerpo, como las uñas, y complicarse aún más. Por eso, es crucial abordar esta afección tan pronto como se presenten los primeros síntomas.
¿Cómo saber si tengo pie de atleta?
Identificar el pie de atleta es relativamente sencillo si sabes qué buscar. Los síntomas más comunes incluyen:
- Picazón y ardor: Estas sensaciones suelen ser más intensas justo después de quitarse los zapatos y los calcetines.
- Descamación de la piel: Especialmente entre los dedos y en la planta del pie.
- Grietas y fisuras: La piel puede agrietarse, lo que no solo es doloroso, sino que también puede abrir la puerta a infecciones bacterianas.
- Enrojecimiento y ampollas: Pueden aparecer áreas enrojecidas y ampollas que contienen líquido claro.
Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante que actúes de inmediato. Un diagnóstico temprano es clave para evitar que la infección se propague o empeore.

Tipos de Pie de Atleta
Aunque el pie de atleta se presenta generalmente de manera similar en la mayoría de los casos, existen algunas variaciones que vale la pena conocer. Estas diferencias en los síntomas de pie de atleta se clasifican según la ubicación y la extensión de la infección:
Interdigital
Este es el tipo más común de pie de atleta y afecta principalmente al espacio entre los dedos, especialmente entre el cuarto y quinto dedo. La piel en esta área puede enrojecerse, descamarse y agrietarse, causando picazón intensa y molestias al caminar.
Plantar
En este tipo de pie de atleta, la infección se concentra en la zona plantar, especialmente en áreas donde se acumula la humedad, como los pliegues naturales y los bordes del talón. La piel puede volverse escamosa, seca y agrietada, y la picazón puede ser especialmente intensa después de quitarse los zapatos.
Vesicular
Menos común pero más severo, esta variación de pie de atleta se caracteriza por la formación de ampollas llenas de líquido claro en la piel afectada. Estas ampollas pueden romperse y convertirse en úlceras, aumentando el riesgo de infecciones secundarias.
¿Cómo eliminar el pie de atleta?
Eliminar el pie de atleta requiere de un enfoque combinado que incluya tratamientos tópicos y medidas preventivas. Aquí te dejamos algunas recomendaciones:
Tratamientos tópicos
Las cremas y pomadas antifúngicas son las más efectivas para tratar el pie de atleta. En tu farmacia de confianza puedes encontrar cremas muy eficaces que contienen clotrimazol, miconazol o terbinafina. Estos tratamientos suelen aplicarse dos veces al día durante varias semanas, incluso si los síntomas desaparecen antes, para asegurar que los hongos se eliminen por completo.
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Remedios caseros
Además de los tratamientos médicos, algunos remedios caseros pueden ser útiles para aliviar los síntomas del pie de atleta y acelerar la curación. Remojar los pies en una solución de agua con sal o vinagre puede ayudar a reducir la humedad y matar a los hongos. Sin embargo, estos métodos deben ser complementarios a los tratamientos farmacéuticos, no un sustituto.
¿Cuál es el mejor tratamiento para el pie de atleta?
El mejor tratamiento para el pie de atleta depende de la gravedad de la infección. Para casos leves, las cremas antifúngicas de venta libre suelen ser suficientes y para infecciones más severas puede ser necesario recurrir a medicamentos antifúngicos orales prescritos por un médico.
Gravedad del Pie de Atleta | Tratamiento Recomendado | Descripción |
---|---|---|
Leve | Crema antifúngica de venta libre | – Aplicar clotrimazol, miconazol o terbinafina.
– Usar dos veces al día durante 2-4 semanas. |
Moderada | Pomada o gel antifúngico | – Aplicar productos como Lamisil (terbinafina) o Canesten (clotrimazol).
– Complementar con polvos antifúngicos para calzado. |
Severa | Medicamentos antifúngicos orales | – Prescripción médica de medicamentos como itraconazol o fluconazol.
– Duración del tratamiento puede variar entre 2-6 semanas. |
Complementario (todos los casos) | Remedios caseros | – Remojar los pies en agua con sal o vinagre.
– Aplicar aceite de árbol de té (diluido). – No sustituyen tratamientos médicos, solo complementan. |
Prevención y mantenimiento | Higiene y cuidados preventivos | – Lavar y secar bien los pies con papel, especialmente entre los dedos.
– Usar calcetines de algodón y cambiarlos diariamente. – Evitar caminar descalzo en duchas públicas. |
Tratamientos en farmacia
Las opciones más comunes son las cremas, geles y pomadas específicas para combatir hongos. Algunos productos recomendados son Lamisil (terbinafina) y Canesten (clotrimazol), que son altamente efectivos y tienen una buena reputación por su rápida acción.
Prevención y mantenimiento
Para evitar recaídas, es fundamental mantener una buena higiene de los pies. Lávalos diariamente, sécalos bien con papel (especialmente entre los dedos), y usa calcetines de algodón que permitan la transpiración. Evita caminar descalzo en duchas públicas y utiliza polvos antifúngicos en tus zapatos si eres propenso a sudar mucho.
Conclusiones
El pie de atleta puede ser una molestia, pero con los conocimientos adecuados y los tratamientos correctos, es completamente manejable. Desde las cremas y pomadas antifúngicas hasta los remedios caseros, hay muchas opciones para mantener esta infección bajo control.
Presta atención a los síntomas y actúa rápidamente si sospechas que puedes tener pie de atleta, y no te olvides de consultar siempre a tu farmacéutico o médico si tienes dudas sobre el mejor tratamiento para ti.
Recuerda que la prevención es clave: mantén tus pies secos y limpios, y utiliza calzado adecuado para reducir el riesgo de infección.

Blanca Pérez es farmacéutica especializada en dermocosmética. Descubre sus artículos sobre el cuidado de la piel y el cabello en el blog de F+Online.